LAS VENTAJAS DE COMPRAR LIBROS DIGITALES               UNA BIBLIOTECA EN LA PALMA DE TU MANO                                                                             Rose Marie Tapia

¿Te has sentido alguna vez excluido de las conversaciones sobre los libros de moda? ¿Te preocupa quedarte atrás en las últimas tendencias literarias? ¡No te preocupes más! Los libros digitales son la solución perfecta para mantenerte al día y disfrutar de una experiencia de lectura única.

En la era digital, los libros electrónicos han revolucionado la forma en que leemos. No solo ofrecen comodidad y accesibilidad, sino que también te permiten mantenerte al tanto de las últimas novedades literarias sin temor a quedarte rezagado.

Aquí te presentamos algunas razones por las cuales deberías considerar comprar libros digitales:

Una de las mayores ventajas de los libros electrónicos es que generalmente son más económicos que sus contrapartes impresas. ¿Quién no ama ahorrar unos cuantos dólares en su próxima lectura? Con los libros digitales, puedes disfrutar de las últimas novedades literarias sin romper tu presupuesto.

¿Cuándo fue la última vez que te emocionaste por tener que salir bajo la lluvia para comprar un libro? Con los libros digitales, puedes adquirir los últimos lanzamientos desde la comodidad de tu hogar, sin necesidad de enfrentarte a largas filas o a la molestia de buscar estacionamiento.

¿Has experimentado la frustración de llegar a la librería y descubrir que el libro que querías está agotado o en espera de reposición? Con los libros digitales, nunca tendrás que esperar. Solo unos pocos clics y ¡listo! Tendrás acceso instantáneo a las historias más emocionantes del momento.

¿Te preocupa que tus libros se deterioren con el tiempo o que las páginas se vuelvan amarillas? Con los libros digitales, ese problema desaparece. Puedes disfrutar de tus historias favoritas una y otra vez sin preocuparte por el desgaste físico.

Además, hay un aspecto importante a considerar: existe una creciente especulación de que los precios de los libros digitales podrían aumentar en el futuro cercano. Por lo tanto, comprar ahora podría significar asegurarte un mejor precio antes de que se produzca cualquier aumento.

Según una encuesta realizada por Statista en 2023, se estimó que alrededor del 33% de los lectores a nivel mundial prefieren los libros digitales sobre los impresos. Esta cifra demuestra el crecimiento constante en la popularidad de los libros electrónicos entre los lectores de todas las edades.

¿Entonces, estás listo para unirte a la revolución de la lectura digital? ¡No esperes más! Descarga tus libros electrónicos favoritos y únete a la conversación. Con la capacidad de leer en tu tableta, celular o computadora, tendrás acceso a una biblioteca infinita en la palma de tu mano. Tu próxima gran aventura literaria está a solo un clic de distancia. ¡Feliz lectura!

 

Descargar catálogo con ofertas: https://drive.google.com/file/d/1ll6bJZxaKt0tfqpO8B5Ae2k-p1taNdT6/view?usp=drive_link

 

 

 

Rose Marie Tapia: 'La crítica a una mujer que triunfa en las letras siempre es feroz' PorAstrid Chang

 

Rose Marie Tapia nació en Panamá el 6 de diciembre de 1947. Se define como una mujer proactiva, con una formación familiar basada en cuatro pilares: amor a Dios, amor al prójimo, compromiso con una sociedad justa y la búsqueda de la misión en la vida. Tapia es amante de la lectura, la música y el cine. Cuenta que su sed por adquirir conocimientos es interminable, así como sus ganas de enseñar. “Mientras tenga vida seguiré la senda del aprendizaje”. Esta escritora presume más de una veintena de libros publicados. Desde 2000 no ha tomado descanso. La tinta, el papel y las ideas parecen ser sus fuentes inagotables. Este año en la Feria Internacional del Libro presentó Veinte años después, como la continuación de su novela Roberto por el buen camino. El tema de la delincuencia juvenil, el pandillerismo y la propuesta para el combate de este flagelo están presentes en el escrito. Un aspecto que resaltar de esta panameña es que ha sido merecedora de reconocimientos como la mención de honor del Concurso Ricardo Miró en 2000. También ha recibido la Estrella de Oro, Premio a la Cultura Estrella de Azuero 2007. Fue designada por el Círculo Cultural Anita Villalaz como Escritora del año 2009, y en 2017 se le otorgó el premio Honor al Mérito Don Manuel García Castillo, categoría talento. Durante una charla con este diario, la autora de La raíz de la hoguera destaca el valor de la amistad, habla de la igualdad de género y reconoce su fortaleza para hacerle frente a las críticas y a los desafíos de la vida. “Soy frágil como el cristal, fuerte como el acero”, dice.


Rose Marie Tapia, escritora.Cedida

¿Cómo llegó a ser escritora?

El profesor Roberto Carrizo, en el colegio José Daniel Crespo, fue la persona que me hizo amar la lectura con sus enseñanzas del análisis literario de cada obra leída, los movimientos literarios, esa forma de estudiar la literatura por etapas según las características de los autores. Todavía recuerdo sus recomendaciones de lecturas, todas acertadas. Desde que fui su alumna quise ser escritora, crear un mundo paralelo, un mundo mejor. 

'Roberto por el buen camino' ha tenido un tiraje de más de 100 mil ejemplares, ¿cómo se alcanzan estas ventas?

El tiraje exacto es de 101,000 novelas. Roberto por el buen camino ha sido una novela que se creó en el momento preciso, lleva un mensaje contundente de que el crimen no paga y, alternativamente, el mensaje de la segunda oportunidad. Es una novela realista que golpea y duele. No obstante, observa al delincuente desde otra perspectiva. El niño nace bueno, el entorno lo corrompe. Por otra parte, incluye a la sociedad en la trama para que sea parte de la solución. Con la fundación, Roberto por el buen camino ofrece una propuesta para combatir el problema de la delincuencia. Los promotores de la novela fueron sus lectores.

¿Cuál es el factor que le ha permitido posicionarse como una de las escritoras más leídas en el territorio nacional?

¿Qué obstáculos le ha tocado enfrentar a lo largo de su carrera?

La única barrera que he encontrado es la envidia de los que no lograron sus metas y atacan sin piedad a la persona que trabajó día a día para lograr un sitial cónsono con su esfuerzo. 

Entonces... ¿qué tanto le afectan las críticas?

Sí me afecta la crítica, pero cada vez menos. Cuando es constructiva, aprendo, y de eso podrá dar fe mi editor literario, Ariel Barría; cuando es destructiva la tomo como un homenaje al mérito. Casi siempre respondo, tengo la suficiente elocuencia para hacerlo y dejarlos sin palabras. Un amigo de uno de esos señores me dijo que lo hacían para que desistiera. Ahora que lo sé, me animan a seguir escribiendo. En silencio oro por ellos.

“Las Cualidades que un escritor debe reunir son: honestidad, disciplina, compromiso, amor por lo que hace, ser testigo de su tiempo y sentir un auténtico respeto por su lector”.

¿La igualdad de género es un principio que se respeta dentro del universo de las letras?

Para nada, algunos escritores que atacan a las mujeres que escribimos, son incapaces de hacerlo con un hombre. Tal vez piensen que debemos ocuparnos de otro oficio, o es por simple cobardía. No lo sé. Pero la crítica a una mujer que triunfa en las letras siempre es feroz.

¿Cómo ve la participación femenina en el ámbito literario?

En todos los ámbitos a las damas nos cuesta más esfuerzo, pero eso no significa que debemos desistir. A pesar de esa circunstancia, la participación de la mujer es cada día mayor y más exitosa.

Ahora que hablamos de mujeres, ¿está usted de acuerdo con los movimientos feministas?

Por supuesto, en mi casa hasta mi padre era feminista, porque asignaba los oficios domésticos tanto a sus hijas como a sus hijos. Comparto la lucha; mientras haya machismo la lucha continuará.

Retomemos su labor en la escritura. De todas sus obras, ¿cuál le ha representado el mayor reto?

Mi mayor reto ha sido escribir Vida de compromiso, la historia de mi madre, educadora por 30 años, que hizo de su profesión de maestra, un compromiso de vida. En cada una de sus páginas nos encontramos con pasajes que nos tocan el alma y nos dejan sin aliento por el significado de vida que conllevan.

Si tuviera que modificar algunos de sus escritos, ¿cuál sería y por qué?

No modificaría ninguno, porque cada uno tenía esa necesidad de comunicar un tema importante, aunque afectara a algunas personas que se sintieron señaladas, como es el caso de las novelas políticas.

¿Cómo alimenta la fluidez de sus ideas para seguir creando nuevos libros?

Los mecanismos más importantes son: las lecturas previas y la investigación del tema. Cuando se tienen estos elementos, las ideas fluyen porque se conoce el tema y se desarrolla con responsabilidad.

¿Qué tanto hay de realidad y de ficción en sus escritos?

Cuando se recrea la realidad, ya es ficción, porque es el punto de vista del narrador. Recuerdo al filósofo que decía que todo es interpretación. En algunas novelas mi fundamento es la realidad, pero en otros, es realidad inventada. Lo malo es que en ocasiones sucede y el lector exige ver mi bola de cristal.

Para ser un buen escritor, ¿qué cualidades se deben reunir?

Honestidad, disciplina, compromiso, amor por lo que hace, ser testigo de su tiempo y sentir un auténtico respeto por su lector.

Conversemos sobre la repetitiva frase: “El panameño no lee”.

En Panamá sí se lee; lo demuestran mis ventas y la actividad que tengo en más de 100 conversatorios anuales, donde los lectores comentan mis novelas.

En esa línea, ¿qué opina sobre el panorama de la educación local?

Ha cambiado y me siento optimista. Los niños están leyendo novelas de más de 100 páginas en cuarto grado. Si observa mi canal de YouTube, podrá ver en mis videos conversatorios a los niños haciendo preguntas bien formuladas en compañía de sus padres, porque ellos son sembradores de lectores. La lectura es un fundamento importante en la educación.

En cuanto a la cultura, ¿qué hace falta reforzar?

Las bibliotecas locales con libros, actividades culturales diversas, como la música, la danza, las exposiciones artísticas en las comunidades. Ya se observan los esfuerzos por incrementar estos eventos, pero siempre se puede hacer más. Creo que es falta de recursos y no de voluntades.

Después de la entrega de su última obra, ¿qué sigue?

Terminé la novela del próximo año hace más de dos años, porque escribo de manera adelantada. Les adelanto el título: La burbuja invisible. En estos momentos estoy trabajando en la segunda parte de La noche no dura para siempre.

Antes de que se despida, ¿cuál es el legado que le gustaría dejar a Panamá?

Desde el programa sociocultural 'Siembra de lectores' me gustaría lograr que los índices más altos de lectura en Latinoamérica sean en Panamá. Que los niños sean lectores desde la escuela primaria, que amen la lectura y que algunos se inspiren y se atrevan a convertirse en escritores.

¿NOS VAMOS A QUEDAR CON SANITIZAR Y APERTURAR?                Ariel Barría Alvarado

La decana de la Facultad de Derecho, Ana Matilde Gómez, lanzó una pregunta en Twitter: ¿Vamos a quedarnos con los verbos “aperturar” y “sanitizar”, olvidándonos de abrir y desinfectar? Excelente pregunta, como dicen los entrevistados cuando quieren ganar unos segundos antes de responder.

Confieso que detesto la palabra “aperturar”, y hasta siento que abanico con ese mismo sentimiento a quienes usan el vocablo, sobre todo cuando lo hacen ante los medios, con cierto tonito rimbombante. Para el común de los hablantes, cuando una palabra se recibe por los canales de comunicación más conocidos y, sobre todo si quien la emite tiene cierta autoridad, entonces todos debemos actualizarnos. No me pasa igual con el verbo “sanitizar”, que me resulta gracioso, algo así como un apodo cariñoso; solo que jamás lo emplearía.

Ambos términos llegaron hace rato al uso diario, solo que fue ahora, en mitad de la pandemia, cuando se conocieron y, sí, fue amor a primera vista. Hoy  uno los ve (los oye, mejor dicho) en cualquier lado, agarraditos de la mano como enamorados recientes: “Estamos sanitizando, porque el lunes vamos a aperturar”. Quienes hablan así seguro se sienten muy actualizados.

Dejando a un lado la sorna, aunque ambas palabras llegaron por caminos distintos, son parte de los procesos que dan vida a la lengua. Por más que nos produzcan urticaria, esta lengua que hablamos nació así, del resquebrajamiento de una lengua fuerte, imperial, el latín. Hace unos mil años, siglo más, siglo menos, al norte de España, un dialecto del latín cobró fuerza entre otros dialectos y, mediando circunstancias geográficas, políticas y culturales, descolló entre otras variantes del latín. Se trataba de mezclas de lenguas y hablas locales de la península, aderezadas con un puñado de vocablos árabes (que permanecían como invasores en Al Andalus, espacio dominado por ellos al sur de la actual España. No faltaban en ese amanecer de una lengua que se llamaría castellano con el tiempo, un soplo de griego, unas gotas de hebreo y una pizca de otras lenguas romances, Sí, romances, pues se parecían a la otrora dominante lengua de Roma.

Y como si no bastaran ingredientes a aquella suculenta olla podrida (nada de hacer ascos a esta delicia culinaria, digna de varios textos, entre ellos El Quijote), en el ocaso del siglo XV, apenas estrenada la primera Gramática de la lengua castellana, escrita por el latinista Elio de Nebrija, llovieron sobre el recién formalizado idioma los americanismos, una lluvia que ya nunca cesaría. En cinco siglos nuestra lengua ha cambiado tanto que sería casi imposible que dos viajeros del tiempo, pertenecientes a ambos extremos de ese lapso, se entendiesen cabalmente en el presente. La lengua no es estática; solo lo será cuando sea declarada muerta, y al español le quedan muchos siglos de vida aún. Eso sí, no será siempre este que conocemos.

Algún burócrata bancario tuvo un despiste, una tarde allá a finales de los 90, y se le salió decir “aperturar” para referirse a una cuenta de ahorros. Quizás conocía el español como segunda lengua, o bien no era muy cuidadoso con el uso del idioma, por lo que pensó que si de inaugurar salía inauguración, de apertura surgía naturalmente “aperturar”. Tenía que decirlo y lo dijo. A sus subalternos les pareció provechoso darle “like” al jefe, es lo que se espera de un subordinado, Fueron repitiendo la palabreja y así, de boca en boca, primero con timidez, luego con mayor osadía, llegó a nosotros. La misma historia del virus.

Con “sanitizar” la historia no es tan idílica; hay ejércitos de hablantes importando términos del inglés a diario, para sonar más open mind. Con el ánimo de sacarle brillo a sus skills, se muestran friendly con eso del “baypasseo” de las normas. Sí, porque no es que sanitizar sea más efectivo que desinfectar, lo que pasa es que es más trendy, pues se deriva de sanitize, ¿okey? Eso de que en inglés se alude a una acción química, más radical, es un fake.

       Así como la decana Ana Matilde se pregunta por estos dos intrusos, alguna dama culta de la corte española, por allá por el siglo XVI, debe haber reclamado a los que le cambiaron su respetable nombre a la peste, para llamarla pandemia, con base en la unificación de dos partículas griegas: pan, todos, y demos, pueblo, que encima venían por vía del idioma inglés. Y como devolviendo el golpe, pasada la mitad del siglo XX, otros científicos apelarían al latín para denominar a un tipo  de microbio, de aspecto algo curioso, al que denominaron con dos partículas latinas: corona y virus, veneno con corona.

Imagino a la lengua como un río que corre plácido hacia el mar; los hablantes estamos sentados sobre pequeñas rocas, a su orilla. Siempre nos parece que contemplamos el mismo río frente a nosotros, aunque no lo sea. A veces, unas pocas veces a lo largo de nuestra corta existencia, la corriente nos deja ver un tronco, o una bolsa de basura que alguien arrojó por ahí, como “aperturar” o “sanitizar”, pero también bajarán por la corriente hermosos peces que nos admirarán, como “vacuna”, “telégrafo”, “teléfono”, “electricidad”, “astronauta”, “robot”, “internet”. Y entre ellos, algunos de belleza excepcional: “solidaridad”, “caridad”. En cada caso, significaron cambios, dejar otras palabras atrás para emplear nuevas (óleo por aceite), transformar algunas (non fuyades por no huyan), aferrarnos a otras que perecieron (dizque, enantes) o resucitar alguna de la que nadie se acordaba (arroba). Y, por si acaso, no es la RAE la que toma la decisión; somos nosotros los que determinamos qué va a pasar con la lengua, los que la cuidamos o la maltratamos. El uso de un término le da vida; el desuso, lo mata.

 

Pues sí, apreciada decana, en unos diez años tendremos respuesta a su pregunta. En lo particular, yo creo que esta parejita se irá con la pandemia, por una sola razón: no es necesaria, no llena ningún vacío. Son farolerías.

LA ESPERANZA EN TIEMPOS DE PANDEMIA Rose Marie Tapia R.

La incertidumbre campea en nuestro país; sin embargo, la pandemia es un problema mundial. Nos encontramos paralizados por el miedo y la inseguridad. Somos espectadores de la catástrofe. Lo más lamentable es que algunos nos hemos anclado en el desasosiego, incapaces de aceptar los retos y los cambios inminentes.

Con la suspensión de los contratos de trabajo estanos angustiados, deprimidos. Los pesimistas de siempre han encarcelado la esperanza. No obstante, podemos rescatarla, esto no será una tarea fácil, pero estoy segura de que lo lograremos. Confrontamos una de las peores “crisis”, la pandemia. El sistema de valores se resquebraja y se hunde, la mayoría de los negocios están en quiebra o en animación suspendida.

Las personas, unas deprimidas, otras desesperadas, indiferentes y hasta irresponsables, prueba de ello es que violan la cuarentena. Debemos desafiar el desánimo y la desesperanza. Caminar con paso firme hacia los cambios que nos impone la situación imperante. Hay que actuar de inmediato.

Después. de incontables desafíos y puertas cerradas. Hay una puerta abierta y esa es la esperanza. Eliminemos el pesimismo de nuestras vidas y levantemos la mirada al cielo, no para que Dios nos solucione nuestros problemas, sino para pedirle la sabiduría necesaria y así realizar un cambio de actitud; de esa manera liberar la mente, la inteligencia, la creatividad y la voluntad; con una visión innegable de la realidad presente y una imagen más clara de las alternativas del futuro, recuerden que el futuro se construye hoy.

Aceptemos los hechos sin falsas expectativas y sin una perspectiva fatalista, tratando de encontrar el equilibrio. Recuperemos de una vez por toda la esperanza; y trabajemos todos juntos por nuestro país, por nuestras familias y por los más necesitados con esa valentía, alegría y optimismo que nos caracteriza a los panameños.

 

 

 

MI EXPERIENCIA EN PACÍFICA SALUD.  HOSPITAL PUNTA PACÍFICA

 

Mi experiencia el Pacífica Salud ha sido excelente:

 

La atención médica esmerada. Tengo dos experiencias:

1 Dr. Antonio Cachafeiro, reumatólogo. Cincuenta años buscando un diagnóstico con una serie de experiencias lamentables de indiferencia médica, incluso negligencia. Anteriormente me habían atendido ocho reumatólogos y seguía con Diagnóstico por determinar.  El Dr. Antonio Cachafeiro a partir de la segunda cita tuvo el diagnóstico. Mi condición pasó de complicada a estable. También diagnósticó una intolerancia al gluten

2. El Dr. Nelson Novarro, neurólogo, tenía dos problemas neurológicos desde mi niñez sin diagnóstico y el Dr. Nelson Novarro a la segunda cita determinó ambos diagnósticos. A partir de ese momento logró que mi condición mejorara notablemente.   

Los doctores Antonio Cachafeito y Nelson Novarro me han reconciliado con el gremio médico y se lo agradezco porque una persona con una salud frágil debe tener absoluta confianza en sus médicos.

 

La farmacia:

Los precios son considerablemente más económicos, un ejemplo. El Flezacort de 6 Mg cuesta 8 dólares menos la caja y así sucesivamente. Espero tener5 cita médicas para comprar mis medicamentos, ya que resido lejos de este hospital.

 

Radiología:

Los exámenes radiológicos, tomografías y resonancia también tienen mejor precio que en los otros hospitales privados. Por otra parte, dan el descuento de jubilado automáticamente. Tuve una experiencia en otra clínica donde no me dieron ese descuento en una colonoscopía. Hice el reclamo y no me contestaron.

 

La atención del personal:

Giovana es la asistente de los doctores Antonio Cachafeiro y Nelson Novarro es una persona educada y gentil. El personal que te encuentras en los pasillos si les preguntas dónde queda una sala de atención te guía hasta llegar a ella.

En fin, así como publicamos nuestras quejas, también tenemos que publicar cuando estamos satisfechos con un excelente servicio.

 

 

ROSE MARIE TAPIA R.

¿Por qué estudiar, cuando desarrollas una actividad en el agro?

¿Por qué estudiar, cuando desarrollas una actividad en el agro?

 

Salvador Cummings Tapia

 

¿Se imaginan el potencial de unir experiencias, complementadas con educación y capacitación académica y practica?

Lo primero que me viene a la mente es la experiencia de dos egresados nuestros, Pedro y Ayaris, que fueron estudiantes en el Diplomado en Reproducción Bovina para el año 2010; el primero, ganadero exitoso, y la segunda, la licenciada Ayaris, ni hablar, tiene la unidad de Educación continua de la universidad viento en popa.

¿Pero, por qué estos ejemplos?... Cuando tú tienes experiencia y lo complementas con educación, potencializas tus capacidades para dar respuesta. Esta es una de las tantas cosas que logras al estudiar. Hoy en día, la tecnología es cambiante en cada momento y debemos procurar, sin importar la edad y la generación, capacitarnos permanentemente. Esta es la respuesta a muchas soluciones que puedes aportar a tu negocio o a la organización a la cual perteneces.

Hay varios emprendedores y motivadores exitosos de sus modelos de negocios, como Bill Gates, que dice: llegará el momento en que te contraten por lo que sabes hacer y no por tus títulos. Pero hay algo muy cierto en esto de estudiar , que todo lo que aprendas en la universidad te ayudará muchísimo en lo que sabes hacer. Nunca estará de más que aprendas orientado en otra persona, por muy antigua que sea la práctica de la cual te hablen . Pero eso sí, ¡alerta!... siempre acompañada de lo actual para que su aplicación sea efectiva..

Así que sí vale la pena estudiar porque de esta manera podrás tener muchas más oportunidades de hacer cosas en los negocios, ideas, proyectar tu finca, hacer actividades diferentes, aplicar conocimientos o tecnología a lo que ya estás haciendo, o desarrollando... en fin...

¿Por qué estudiar?... Como ya lo mencioné, el mundo cambia y las tendencias no son las mismas que hace tres años, cuando todo cambiaba cada diez años como mínimo. Me decía mi madre de adolescente en los años ochenta. ¡Hijo, estudia, para que no te quedes limpiando patios toda la vida...! Había que comprender sus palabras. No es que sea malo limpiar patios o el jardín, porque definitivamente te puedes ahorrar un dinero si lo haces tú mismo, pero no es lo mismo quedarte sin estudiar y limpiar jardines, que estudiar y hacer un negocio de jardines con paisajismo, sistema de riego subterráneo, y por qué no, un sistema de iluminación, donde las personas al llegar digan ¡Waooo! ¿Eso lo hiciste tú?; y todo fue porque tomé la decisión de estudiar ciencias ambientales, arquitectura de espacios, o paisajismo; y sin considerar que, si lo haces para otras personas, puedes cobrar un buen dinero y lo puedes transformar en un buen negocio. ¿Ves porqué es bueno estudiar?

 

 

Ingeniero Agrónomo Zootecnista y docente de la Universidad Oteima

 

 

En el día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Cuento de Rose Marie Tapia: Te devuelvo las flores:

 Beatriz, con la mirada fija en la ventana que da a la calle, espera angustiada a su esposo. En las madrugadas llega tan ebrio que no logra introducir la llave en la cerradura. Y grita pateando la puerta hasta que ella le abra.

 

Recuerda todas las golpizas recibidas en quince años; las flores que le lleva al día siguiente. Lo odia.

 

Beatriz aprieta el celular como si este fuera a escaparse de sus manos. Son las cuatro de la madrugada cuando escucha, una vez más, los gritos de Arturo. Al fin se atreve a  marcar el 911. Les dio su dirección y pidió auxilio; su esposo intentaba tumbar la puerta para agredirla.

 

Arturo patea y patea la puerta con fuerza inusitada. La derriba. Golpea a Beatriz en el mentón, y la derriba también. Ella se coloca en posición fetal. Entonces oye la voz potente del policía:

 

¾¡Quieto o disparo!

 

¾No me mandes más flores -le dijo Beatriz a Arturo, mientras lo esposan.

 

Sonríe. Ha derrotado al miedo.

 

 

EL NEGOCIADO DE LOS MEDICAMENTOS: EL MERCADO DE LA MUERTE Rose Marie Tapia R.

Hay muchos medicamentos agotados incluso en las farmacias privadas y la excusa es trámite de Registro sanitarios. He reflexionado sobre el tema y lamentablemente cuando piensa mal, aciertas. He llegado a la conclusión que detrás de esta demora se esconde un oscuro negociado, puede que me equivoqué, puede que no. Después de ese trámite el medicamento incrementa su precio. Años tras años, hasta sumar un 100% y eso me hace pensar que hay intereses oscuros…
En cuanto a las licitaciones, el distribuidor que pierde se vale de recursos para obstaculizar las compras. No hay leyes ni consecuencias para frenar ese abuso. Mientras tanto, los pacientes, además de soportar su enfermedad, deben cargar la pesada cruz de estas anomalías, que no son más que un crimen de lesa humanidad. ¿Qué es más importante la estabilidad de los pacientes o estos oscuros negociados? Este es un monstruo de mil cabezas que ningún gobierno se ha atrevido a enfrentar. El que comercia con la salud de un pueblo, jamás queda impune, ya que, esa actitud irresponsable condena a los enfermos a agravarse o a morir.
En este país los pacientes estamos a la deriva en un mar oscuro y tenebroso, rodeados de tiburones y nosotros, además de navegar con nuestra enfermedad, lo hacemos con el estrés de no conseguir la medicina que controla nuestra enfermedad, procurando una mejor calidad de vida.
Al Estado y al Ministerio de salud les corresponde resolver el problema de los medicamentos y esto es solo una arista de la infinidad de los problemas que tienen las autoridades de salud: medicamentos muy caros, genéricos que no tienen la equivalencia del original. Falta de reactivo en los laboratorios, los estudios especializados como eco y resonancias con fecha hasta de nueve meses. Hospitales enfermos, llenos de bacterias, la construcción del nuevo hospital que quedó paralizada con el gobierno anterior: Ciudad de la salud. Mientras tantos, los pacientes se agravan y en el peor de los casos, se mueren.
Señores del gobierno, resuelvan estos problemas y proporcionen a los pacientes la tranquilidad que necesitan para recuperar la salud. Es impostergable que se pongan en acción. Hasta cuándo tendremos que esperar.

La pobreza consecuencia del desempleo

La pobreza consecuencia del desempleo

 

Rose Marie Tapia

 

Uno de los problemas más graves de nuestro país es la pobreza, consecuencia directa del desempleo. La mayoría de las personas que viven en la extrema pobreza son desempleados crónicos.

 

Nuestro país se enfrenta a una serie de cambios estructurales en donde los pobres, que son la parte más vulnerable, se han ido quedando atrás, cada vez más atrás y, aunado a esto las estructuras de desigualdad en nuestro país no sólo marginan al pobre, sino que lo excluyen, lo anula.

 

Es hora de detener la infortunada realidad de los pobres, que constituyen más o menos el 40 % de la población, y efectuar los cambios que se requieren. El clamor de los necesitados es sordo, impetuoso y en ocasiones amenazantes. Es hora de actuar con responsabilidad, compromiso, justicia social, y de desafiar estos retos con soluciones.

 

Es urgente formar y capacitar a los pobres para que no vivan en la inseguridad perenne de no saber si cuenta con los recursos para llevar el sustento a sus hogares. Ellos deben tomar conciencia de su dignidad y convertirse en protagonistas de su desarrollo, creando una sociedad justa, solidaria y participativa, permitiéndoles superar la pobreza de una manera permanente y resolviendo los problemas colaterales que conlleva esta situación, tales como: la desnutrición, el embarazo precoz, el analfabetismo, el bajo nivel académico y muchos otros.

 

El futuro está lleno de posibilidades y desafíos que requieren madurez y responsabilidad. Prioricemos la dignidad humana, el bien común y el deseo ferviente de resolver los gravísimos problemas del desempleo y la extrema pobreza. Así lograremos minimizar el grado de frustración que siente las clases desposeídas. Y de esa manera, todos juntos construiremos un Panamá, equitativo, fraterno, justo y solidario.

 

 

 

EL NEGOCIO DE LOS MEDICAMENTOS

ROSE MARIE TAPIA

 

Hay muchos medicamentos agotados incluso en las farmacias privadas y la excusa es trámite de Registro sanitarios. ¡Qué sucede con los funcionarios que otorgan el registro sanitario a los medicamentos! ¿Por qué la demora? Acaso carecen de sensibilidad, o es que simplemente son incompetentes. He reflexionado sobre el tema y lamentablemente cuando piensa mal, aciertas. He llegado a la conclusión que detrás de esta demora se esconde un oscuro negociado, puede que me equivoqué, puede que no. Después de ese trámite el medicamento incrementa su precio. Años tras años, hasta sumar un 100% y eso me hace pensar que hay intereses oscuros…

 

¿Qué es más importante la estabilidad de un paciente o los oscuros negocios de los distribuidores de medicamentos? Este es un monstruo de mil cabezas que ningún gobierno se ha atrevido a enfrentar. Lo que estos inescrupulosos no saben es que ese delito de lesa humanidad lo pagarán. Llámelo karma o castigo divino. El que comercia con la salud de un pueblo, jamás queda impune, ya que, esa actitud irresponsable condena a los enfermos a agravarse o a morir.

 

En este país los pacientes estamos a la deriva en un mar oscuro y tenebroso, rodeados de tiburones y nosotros, además de navegar con nuestra enfermedad, lo hacemos con el estrés de no conseguir la medicina que controla nuestra enfermedad y procura una mejor calidad de vida.

 

Al Estado y al ministerio de salud les corresponde resolver el problema de los medicamentos y esto es solo una arista de la infinidad de los problemas que tienen las autoridades de salud: medicamentos muy caros, genéricos que no tienen la equivalencia del original. Falta de reactivo, hospitales enfermos, llenos de bacterias, la construcción del nuevo hospital: Ciudad de la salud abandonado. Falta de reactivo en los laboratorios, los estudios especializados como eco y resonancias con fecha hasta de nueve meses, mientras tanto el paciente se agrava o muere. Son incontables los problemas que atañen a la salud.

 

Señores del gobierno, resuelvan estos problemas y proporciónenle a los pacientes la tranquilidad que necesitan para recuperar la salud. Es impostergable que se pongan en acción. Hasta cuándo tendremos que esperar.

 

 

 

 

 

 

 

LA SALUD UN LUJO QUE LOS POBRES NO SE PUEDEN DAR

POR ROSE MARIE TAPIA R.

 

Aunque la salud no tiene precio, en Panamá cuesta y mucho. De esta reflexión surgen un debate entre la salud y la economía con interrogantes éticas.

 

Debemos analizar la relación que existe entre la globalización y la salud. En este mundo la salud se ha convertido en un mercado, un libre mercado despiadado que ha transformado al enfermo en cliente. En ese inhumano negocio, los opulentos pueden cuidar su salud, los pobres quedan excluidos. En un país democrático estas exclusiones son infames.

 

¿Cómo es posible que un medicamento en Colombia cuente menos del 50% que en nuestro país? En España todavía están más bajo los costos y los encuentras hasta un 70% menos.

 

Desde hace años los diputados dicen que se reúnen para tratar de rebajar los medicamentos. ¿Por qué razón no han tenido éxito? ¿Les falta voluntad política? ¿Siente temor de enfrentar a poder económico?

 

La ley de medicamentos que se apruebe en la asamblea en nada va a resolver el problema. Tengo la impresión que algunos distribuidores de medicinas han aumentado el costo de los medicamentos para que cuando se produzca la tan mencionada rebaja de los precios, estas no afecten sus obscenas ganancias. Y si eso es así, sería un engaño intolerable.

 

En el negocio de los medicamentos hay varios intermediarios y todos exigen un porcentaje de utilidades. Encareciendo los medicamentos de una manera escandalosa. En este país con las medicinas tan costosas es un lujo enfermarse y ese lujo los pobres no se lo pueden dar.

 

El desabastecimiento de medicamentos en el Seguro Social, debido a la burocracia existente y la deficiente administración, obliga a muchas personas a comprar sus medicinas. Muchas veces tiene que usar el dinero de la comida, para poder curarse y los desempleados tienen que recurrir a remedios caseros que casi nunca los curan y su enfermedad se agrava.

 

Con relación a las citas y a los exámenes médicos especiales la enorme demanda en el Seguro Social y en los hospitales del Estado hace que los pacientes que no pueden pagar estos servicios en las clínicas privadas, tengan que esperar más de seis meses para realizárselos. Y cuando al fin el médico los atiende para evaluar los resultados, no tiene dinero para comprar los medicamentos. Una enfermedad que se hubiera tratado y curado rápidamente se convierte en una enfermedad crónica. Porque estas personas de bajos recursos económicos no tuvieron el privilegio de la salud, que en nuestro país es exclusivamente de los opulentos.

 

Somos conscientes de que la medicina moderna con su gran tecnología ha aumentado sus costos. Sin embargo, no podemos enfrentar la enfermedad de una manera mercantil. El gobierno y las autoridades de salud tienen el deber insoslayable de buscar la forma de no penalizar al pobre, excluyéndolo de los beneficios que le pueden aportar la modernización de los servicios de salud.

 

La sociedad civil en conjunto con el gobierno debe organizarse para enfrentar esta desigualdad y proporcionarles a todos los enfermos, sin distinción de clase social, la oportunidad de recuperar su salud, desburocratizando los servicios que proporcional el Estado y estableciendo reglas claras para que los distribuidores y los laboratorios de medicamentos no comercialicen con la salud del pueblo panameño porque a salud debe ser derecho de todos, no el negocio de unos pocos. Esta es la única manera administrar un país con justicia, equidad y solidaridad.

 

 

 

CULTURA POLÍTICA PARA LA DEMOCRACIA ROSE MARIE TAPIA

 

Un sistema democrático debe estar fundamentado en el respeto a la dignidad humana, en la solidaridad con las personas que integran el país y en la prevalencia del interés general; los cuales, son objetivos del orden político y fortalecen la unidad de la nación; asegurando a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz. Estos valores constituyen el proyecto común que la Constitución debe asegurar a todos los ciudadanos y debe ser el marco de nuestra nación; además de ser el núcleo de una ética compartida por todos sin excepción. La Constitución demanda como deber vital y cívico, la igualdad de oportunidades y el bienestar para todos; el deber y derecho al trabajo, como fuente de riqueza y el interés general como acción impostergable.

 

El espacio para el interés público prioritario tiene, entre la clase política, una existencia insuficiente. Con dificultad encuentran el punto de convergencia en el que todos puedan subordinar sus intereses particulares en aras de conseguir el interés general. Las divisiones políticas partidarias y la desintegración de la sociedad, y la indiferencia del gobierno, han imposibilitado la construcción de un espacio público. El interés personal se impone por encima del bienestar de la colectividad.

 

Cada vez que en nuestro país surge la iniciativa de una discusión en torno a resolver una problemática nacional, se levantan las voces de los intransigentes, de los que buscan el caos político y hablan de alianza entre gobierno y oposición, para frustrar cualquier intento de diálogo y de resolver los gravísimos problemas que enfrenta nuestra nación.

 

Las asociaciones de la sociedad civil deben ser promovidas, como canales para que se expresen en las esferas públicas los intereses particulares. El propósito central es la búsqueda de la igualdad, para que las diferentes capacidades puedan desarrollarse a plenitud, lo que supone ciertas condiciones básicas de bienestar entre la población: educación, seguridad social, empleo, salud...

 

Hacer estas transformaciones requiere proyectos comunes de trabajo mancomunado y de desarrollo, requiere que los recursos y la energía puesta conjuntamente hagan más eficaces los esfuerzos individuales, logrando una convivencia en paz y la consolidación de la democracia. La democracia lleva consigo, junto con las decisiones de las mayorías, el respeto a una serie de derechos humanos y libertades. Y el respeto a las minorías.

 

La cultura para la democracia implica, en todos los niveles, desde los inmediatos hasta los nacionales, candidatizar a los mejores, a los más capaces, seleccionar y votar por los mejores, y crear los mecanismos para exigirles que se comporten como los mejores. Sólo entonces funciona la Democracia.

 

 

 

EL CAOS NO BENEFICIA A NADIE Rose Marie Tapia R.

 

En los últimos días hemos visto en nuestro país personas que se dirigen a las mayorías y crean opinión gestando el caos y la violencia. Hemos visto como alimentan pasiones feroces, como promueven frenéticamente una campaña de desestabilización del orden. Observamos con estupor, polémicos y desquiciados agitadores, convertidos en líderes, cometiendo el más repugnante de los delitos, ofuscar y envenenar la conciencia pública, extraviando así a muchas personas en el tumulto y en la confusión. Esos individuos desahogan sus frustraciones cerrando calles y enfrentando a los agentes del orden público con palos y piedras. Muchos de ellos no saben a ciencia cierta el porqué de su protesta. Todo esto lo hemos visto con indiferencia y nos hemos convertido en espectadores pasivos y en convidados de piedra. Pareciera ser que no nos importa. No obstante, esa peligrosa virulencia de los manifestantes anuncia una inesperada y cruenta violencia.

 

También hemos observado protestas ciudadanas responsablemente organizadas y en muchas ocasiones carentes del apoyo de las mayorías. Pareciera que en nuestro país nos hemos acostumbrado a las expresiones de violencia y desorden como único medio para demostrar nuestra desaprobación a una acción que nos afecta. Sin embargo, no debemos permitir que la única forma efectiva de proferir nuestro descontento tenga que ser anárquica y extremista.

 

Señores autoridades del orden público, a ustedes les corresponde imponer el orden, sin cometer los abusos o caer en las prácticas que en el pasado fueron repudiadas por la gran mayoría de los panameños. Háganlo respetando los derechos humanos de los manifestantes, no obstante, es un deber ineludible restablecer el orden y la libre circulación en las calles como La Constitución Política de nuestro país lo establece.

 

Hago un llamado a las personas que ha sido afectadas por la situación económica o por las medidas que ha tomado el gobierno. Busquen la forma de ser escuchados, promuevan el diálogo, hagan manifestaciones en orden, sin interrumpir el libre tránsito ni afectar a terceros y entonces verán cómo serán atendidos por las autoridades competentes y apoyados por los panameños que irán tomando conciencia de que en un régimen democrático se pueden manifestar nuestras necesidades y discrepancias de una manera civilizada.

 

Es impostergable promover una cultura para la democracia logrando una convivencia en paz, construyendo un espacio para el diálogo. Debemos tener la capacidad de entender y valorar la opinión de los demás, la disposición a discutir en pie de igualdad, la intención de llegar a acuerdos que permiten que el antagonismo no derive en conflicto. Estoy segura de que si se asumen esta actitud con responsabilidad vamos a poder resolver la mayoría de los problemas que tenemos y lo podemos hacer sin caer en manifestaciones desenfrenadas que agraven la situación política del país y siembren el desconcierto y la desconfianza en los sectores de inversión. Es importante que tengamos presente que el caos no beneficia a nadie y que el orden es el guardián del universo.

 

 

 

RESCATEMOS LA ESPERANZA   ROSE MARIE TAPIA R.

 

Es cierto que los panameños estamos viviendo una constante inestabilidad financiera producto de la corrupción; sin embargo, este es un problema mundial. Hay que reconocer, en primera instancia, que nos encontramos paralizados por el miedo y la inseguridad. Nos podemos convertir en espectadores de la catástrofe. Lo más lamentable es que nos hemos anclado en el pasado en busca de la antigua seguridad de años atrás y hemos sido incapaces de aceptar los retos y los cambios inminentes.

 

El antiguo modelo económico está caduco y es un muerto que se resiste a ser enterrado y, equivocadamente, nos hemos pasado años en el velorio de ese pasado, que no volverá a ser presente ni futuro. Triste, deprimidos, inerte y sin esperanza naufragamos a la deriva, carentes de un proyecto definido, sin fuerzas para pensar, planificar y mucho menos trabajar. Levamos nuestra mirada solicitando que caiga maná del cielo y que nos salve de perecer en esta terrible situación. Los pesimistas de siempre han encarcelado la esperanza; no obstante, podemos rescatarla, esto no va a ser una tarea fácil, pero estoy segura de que lo lograremos.

 

Confrontando una de las peores “crisis”, el sistema de valores se resquebraja y se hunde, la mayoría de los negocios están en quiebra, algunos políticos extraviados pensando en sus intereses personales se han olvidado del país y del pueblo que los eligió, y a la hora de aprobar una ley para el beneficio de las mayorías, soslayan su responsabilidad y eluden su compromiso.

 

Las personas, unas deprimidas, otras desesperadas, y otras indiferentes no hacen otra cosa que lamentarse. No podemos encerrarnos en los modelos del ayer, tampoco son apropiadas las actitudes conformistas. Tenemos que desafiar el desánimo y la desesperanza. Debemos caminar con paso firme hacia los cambios que nos impone la situación imperante.

 

El orden social existente se desmorona y cae estrepitosamente. Hay que actuar de inmediato. Después de incontables desafíos y puertas cerradas debemos encontrar una puerta abierta y esa es la puerta de la esperanza. Hagamos una práctica constructiva, erradiquemos el pesimismo de nuestras vidas y levantemos nuestra mirada al cielo, no para esperar que Dios nos solucione nuestros problemas, sino para pedirle la sabiduría necesaria para realizar un cambio de actitud; de esa manera liberar nuestra mente, nuestra inteligencia y nuestra voluntad; y así tener una visión innegable de la realidad presente y una imagen más clara de las alternativas para el futuro. Aceptemos los hechos sin falsas expectativas y sin una visión fatalista, tratando de encontrar el equilibrio.

 

La humanidad se enfrenta a la más profunda conmoción social y reestructural creativa de todos los tiempos; aunque sea difícil de creer, hay numerosas razones para el optimismo. Elevemos nuestras fuerzas espirituales a nuevas alturas, por encima de la situación económica imperante, del desempleo, de la pobreza, de la indiferencia de algunos políticos y de nuestro constante pesimismo. Recuperemos de una vez por toda la esperanza; y trabajemos todos juntos por nuestro país, por nuestras familias y por los marginados sociales con esa valentía, esa alegría y ese optimismo que antecede al triunfo.

 

 

 

LA SOLIDARIDAD

 

La solidaridad es una relación de fraternidad, una virtud que debe ser entendida como condición de la justicia. Por lo tanto, la solidaridad se convierte en un complemento de la justicia. Es importante destacar el hecho de que la solidaridad implica afecto, la ayuda desinteresada a las personas marginadas por la pobreza, la comprensión al maltratado y el apoyo al perseguido. La solidaridad no funciona como un deber distante e impuesto desde la autoridad. Funciona cuando el incentivo de actuar proviene de una acertada educación en valores ético-morales.

 

En la actualidad existe una creciente demanda de solidaridad, y ésta implica justicia social. No se trata únicamente de compasión por los males y sufrimientos de los demás, sino que se requiere y se exige un comportamiento ético, responsable y fraterno, que las decisiones tengan una dimensión social además de personal.

 

Vivimos en una sociedad individualista, indiferente y egoísta. No nos ocupamos de las personas que sufren. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado con situaciones que requieren de nuestra solidaridad y volteamos la cara para ignorarlas? Como si con esta actitud los problemas fueran a desaparecer. Conviene predicar y practicar la solidaridad, porque la falta de esa virtud revierte en una vida vacía, hueca, deficiente y carente de sentido. Muchas veces me he preguntado ¿Cómo podemos conseguir que la gente, sea solidaria? Empecemos por educar a la familia, porque la familia es pilar fundamental de la sociedad. Hagamos un llamado al civismo, al respeto por nuestros recursos ecológicos y, en especial, por las personas.

 

Partiendo de la base de que la solidaridad se ejercita, desde y en la experiencia. La finalidad debe ser que cada persona aprenda a meditar sobre temas de responsabilidad socio-moral, es decir, desarrolle formas de pensamiento de asistencia, ayuda y orientación hacia los más desamparados. Aprender a aplicar esta capacidad de juicio a la propia vida personal y colectiva para mejorarla. Pero, sobre todo, lo que se busca es superar el nivel de discernimiento. Por lo tanto, podemos dirigir el ámbito de la solidaridad al desarrollo de una serie de dimensiones morales que, sin duda, faciliten un aumento de la autonomía, un espíritu crítico y el desarrollo de determinados valores y actitudes.

 

Debemos ser conscientes de que los valores de la sociedad consumista e individualista son más atractivos que la solidaridad, porque estimulan el egocentrismo narcisista de que lo que poseemos o lo que hacemos nos pone en el centro de todas las miradas, el mundo pendiente de nosotros. Sin embargo, si nos comprometemos en la instauración de prácticas cívicas, rutinas que muestren la deferencia y el respeto que se merecen las personas, sobre todo lo más desvalidos iremos construyendo una patria unida, justa y solidaria.

 

Lo anterior no significa liberarlos de sus responsabilidades consigo mismos y con los que les rodean, todo lo contrario, hacerles más responsables de la calidad de sus decisiones y lo que ellas afectan a los demás, aquel que recibe solidaridad debe estar dispuesto a ejercer la suya, sino nada tendría sentido. Es fundamental alentar a las personas a tomar decisiones, participando en acciones concretas que incidan en sus comunidades. Tampoco hay que olvidar emprender desempeños frente a los problemas de carácter más amplio mediante nuestra participación en campañas o apoyando proyectos de cooperación. La solidaridad trasciende a todas las fronteras: políticas, religiosas, territoriales y culturales.

 

¿Cuántas escuelas son saqueadas en las vacaciones? ¿Por qué la comunidad no se organiza para cuidar sus planteles? Ese recinto de sabiduría, que tanto necesitan sus hijos. Si emprendemos con entusiasmo esa tarea, seremos capaces de actuar ante dificultades más grandes y organizarnos para emprender todos juntos la reconstrucción de una persona solidaria, de una familia solidaria, de una sociedad solidaria, de una nación solidaria y de un mundo solidario.